jueves, 12 de enero de 2012

El Problema del Sindicalismo


        Óscar Jaime Delgado Valencia solía ser profesor de escuela primaria en la institución educativa Amparo Santa Cruz por los finales de los 80s y principios de los 90s.
Óscar Jaime como es recordado entre todos los ex alumnos y padres de familia era un excelente ejemplar de la vieja escuela pedagógica colombiana. El profesor Delgado nació durante el inicio de la época más compleja vivida por este país, El Bogotazo o también conocida como La Violencia. Óscar Jaime era licenciado en Biología, título el cual pago de su propio bolsillo sin la ayuda de sus padres. Mi hermano mayor y yo tuvimos la fortuna de ser alumnos de este estupendo educador quien solía llevarnos a paseos ecológicos, los laboratorios del CASD (centro auxiliar de servicios docentes), nos daba avances de clases de matemáticas y ciencias naturales que no estábamos supuestos a ver hasta la secundaria. Óscar Jaime era lo que se llama un profesor comprometido con la educación de sus pupilos. Al graduarnos de su clase mis compañeros y yo tuvimos fácil acceso a los mejores colegios de la ciudad debido a la gran preparación que teníamos.

         Hasta ahora esta podría ser una historia hermosa en la cual uno sueña con regresar donde su ídolo a mostrarle como todo aquel esfuerzo no fue en vano, como vive uno de agradecido por todas las mañanas de dictados y los números que reventaban la cabeza. Pero no, esta historia no tiene un final feliz.
         Aquellos 80s y 90s fue la época por la cual Pablo Escobar mantenía en vilo a la población colombiana. Esa fue mi niñez, marcada por la corrupción, el narcotráfico, las bombas, los policías asesinados, las masacres.
Sin embargo Óscar Jaime estaba allí cada día de semana para enseñarnos como hacer los trucos que hacen que uno pueda esquivar el odio y las balas en una sociedad tan cargada de resentimiento y cinismo. Luego mi juventud transcurrió sin pena ni gloria pero siempre con el ansia de regresar algún día al Limonar en compañía de Christian y Rubén para visitar a Óscar Jaime antes de que fuera demasiado tarde.
En una de sus tantas cátedras de vida por allá en el 94 Óscar Jaime nos contaba como él y su compañera (también antigua profesora mía) Nelly Echeverry encabezaban la lista de FECODE (federación colombiana de educadores) en la ciudad, y de la importancia de luchar por una justicia salarial por parte del gobierno.

          Al comienzo del nuevo milenio el gobierno colombiano trato de reprimir los derechos de los sindicalistas pertenecientes al sector público lo que provoco una ola de asesinatos por todo el país la cual dejo más de 150 víctimas.

           Ahora que me apronto a graduarme como licenciado y que llega la hora de regresar al Limonar en busca de Óscar Jaime para brindarle aquel homenaje me encontré con muy malas noticias. Al escribir su nombre en Facebook para empezar el proceso de búsqueda lo encontré en la lista oficial de los sindicalistas víctimas de la represión en Colombia.
¿Y ahora que queda? Otro día más para estar triste, las razones para creer en el sistema se diluyen. Mi profesor se quedo sin trucos y las balas lo alcanzaron. Me pregunto si soy el ultimo en enterarme, si Christian y Rubén ya lo sabrán, y de repente me invade un nuevo miedo, y es si Rubén y Christian aun existen.Queda un espacio vacío, aspirado por la ignorancia y la barbarie y un sentimiento que no se explica con unicornios ni sus metáforas.

Descansa en paz Óscar Jaime.
         Oscar Jaime Delgado Valencia, teacher at the Camilo Torres de Armenia College, Department of Quindío, shot dead on 4 February 2002 (Committee on Freedom of Association Report).


       Committee on Freedom of Association Report (2003). Murders and other acts of violence against trade union officials and members, and cases of anti-union dismissal,Colombia (Case No. 1787). 330, vol 86, series B, No 1.


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1 comentario:

  1. Flaco, gracias por recordarnos que Óscar Jaime marco una etapa de nuestras vidas, todos los que fuimos alumnos de el, le recordaremos siempre, como dices era de los profesores que despertaban las ganas de aprender y de no quedarte solo con lo que veías en clase, también nos mostró ese espíritu de luchar en lo que creíamos y por lo que era correcto.
    Gracias Óscar Jaime, siempre te recordaremos

    Después de todo la muerte es solo un síntoma de que hubo vida.
    Mario Bendetti

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