viernes, 11 de noviembre de 2011

La Educación Como Derecho Fundamental

           Siguiendo el camino del primer artículo, esta vez trataremos el tema de la educación más a fondo estudiando de cerca el ejemplo colombiano. Los estados Latino Americanos en su afán por alcanzar la fantasía del primer mundo arrasan con todo aquello que se interpone en sus caminos. Obviamente lo que siempre está en medio es la gente común y corriente que no tiene voz. La frase “los jóvenes son el futuro del mundo” se ha convertido en un argumento gastado con el cual siempre se había logrado imponer condiciones en las nuevas generaciones. Pero algo está sucediendo gracias a los medios de comunicación siempre y cuando los gobiernos no lleguen al punto de la censura como en los casos de “la primavera Árabe”.
            Las pocas garantías que se han logrado en educación están ahora tratando de ser reversadas y parece ser una línea a seguir por los demás estados. La ley treinta en Colombia propuesta por el Presidente Santos busca inyectar inversión privada a la educación superior. Esta [propuesta]  ha sido presentada a los colombianos como un proyecto de inversión en el futuro. Ahora vamos a quitarle la ropa a la ley treinta y tirarle todos esos trapos sucios a la cara de un gobierno hipócrita.
La educación universitaria en Colombia es parcialmente subsidiada por el gobierno lo que facilita de cierta forma el ingreso a instituciones de educación superior. El estudiante Latinoamericano no cuenta con las ventajas ofrecidas en países como Estados Unidos o Canadá donde existe la posibilidad de asistir a instituciones más pequeñas en las cuales se puede obtener un título intermedio y a la vez intentar ganar acceso a universidades estatales por medio de mérito académico.  La inversión de capital privado solo agregaría más obstáculos a jóvenes de bajos recursos. Lo que en verdad nos quiere decir el Presidente Santos es que el precio de las matriculas incrementara año por año hasta alcanzar cifras astronómicas las cuales no se podrán cubrir ni con fondos del ICETEX. Santos llego a la presidencia con la propuesta de gobernar por “la tercera vía” pero nunca se tuvo claro lo que quería decir con esto. Lo que podemos deducir es que por “tercera vía” el señor Presidente estaba refiriéndose a la toma de todas las instituciones del gobierno por parte del sector privado; algo muy parecido a la era de las corporaciones que actualmente vive Norte América. Veremos como la educación será la primera en caer seguida de la salud (esa paradoja), las pensiones, y demás beneficios.
Colombia, mira al sur y decide no querer experimentar el caso de Chile, donde la educación superior es dominada por el sector privado. Santiago tiene muchas historias que enseñarnos. El “estudiantazo chileno”  es muestra del cansancio político que aqueja a la población. Es claro que las movilizaciones en Colombia tuvieron en cuenta que algún tipo de represión podría ser usada, puesto que los gobiernos Latinoamericanos tienen la dulce tendencia a la traición. Pero el día de una victoria menor ha llegado. Y la llamo “victoria menor” porque aún hay mucho que se puede obtener en esta oportunidad. Ya que miramos al sur también podríamos girar al Norte, en donde el dinero con objetivos académicos es entregado a aquellos que de otra forma no podrían acceder a una educación.
            Mi propuesta es que los estudiantes en Colombia no se conformen con la victoria menor de la no privatización de las universidades; creo que se vive en una batalla mediática e intelectual en la cual el estudiantado está viviendo su mejor momento. Que tal reclamar todo el dinero que se pierde en los carruseles de contratación, en la lucha antinarcóticos, en la guerra contra el terror, y usarlo para educar nuestro pueblo, ¿usted qué cree señor Presidente?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario